Probamos Corazón Cuevero, el octavo vino de la Cueva de Musu, elaborado por Cristian Moore, enólogo de Corazón del Sol.
Corazón Cuevero es un malbec, que es en realidad un blend de terroirs, con fruta de la bodega Innocenti en Altamira (un 70%) y el 30% restante proveniente de fincas de The Vines, vecinas a Corazón del Sol, en Chacayes, las cuales son trabajadas durante todo el año por CdS para asegurar los estándares de sus vinos. Nos cuenta Cristian que originalmente el vino iba a ser solo de Altamira, buscando el perfil mineral y la elegancia que aporta el terroir, pero notaron que el aporte de Chacayes, en cuanto a notas más especiadas y salvajes moderadas por el paso por madera, mejoraban notablemente el producto final.
Yendo a la elaboración del vino, Cristian nos comenta que la fruta de cada terroir se fermentó por separado, en tanques de acero de poca capacidad con remontaje y pisonage y con la característica de prensar antes que fermente la totalidad del mosto con la finalidad de tener un producto con azúcar en leve exceso que mejora notablemente la percepción en boca según su experiencia. El vino ya listo pasó 12 meses en barricas de 160 y de 225 litros de segundo y tercer uso. Las barricas más pequeñas aseguran una micro-oxigenación más intensa que favorece mucho a los malbec con intensidad tánica. El vino fue embotellado a fines de 2021, pasando casi todo el 2022 en estiba en botella antes de salir en camino a la Cueva.
En cuanto al vino, en nariz es complejo, resaltando la sensación de vino fresco. Evoluciona en capas, donde en la primera están presentes notas a fruta roja que recuerdan el perfil elegante de Altamira. En una segunda capa aparecen aromas florales bien marcados, que recuerdan a la violeta, y que según nos dice Cristian es la 'marca registrada' de Chacayes, un perfil más herbal, floral y salvaje que es domado por el paso por madera. En boca es franco en cuanto a las notas frutales, acidez media+, más que interesante, con taninos que marcan su presencia y combinan muy bien con el resto, el aporte de la madera muy sutil, apenas presente, de final medio. Un vino bien cuevero, donde se combinan perfectamente la acidez y la frescura en un producto muy bebible.
Mención aparte para la etiqueta que no es otra cosa que el frente de la Cueva de Musu!!
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