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jueves, 29 de octubre de 2020

Alandes Malbec: Uco versus Calchaquí

El 24 de mayo de 2020 tuve la oportunidad y el enorme gusto de entrevistar a Karim Mussi como parte de las charlas organizadas por la Asociación Civil de Sommeliers de la Provincia de Buenos Aires.


Durante la charla, uno de los vinos degustados fue el Alandes Malbec del Valle de Uco y, si bien charlamos bastante sobre su proyecto Abras en el Valle Calchaquí, quedó en mi "agenda" personal probar el otro Malbec de Alandes, el del Valle Calchaquí, y comparar su estilo con el del Valle de Uco.    

Llegó ese momento, y dediqué un tiempo a disfrutar ambos vinos, tomando algunas notas sobre las características de cada uno. A continuación hago un resumen de las mismas.

El Alandes Malbec Uco Valley 2018 es 100% MB pero de seis diferentes fincas, aunque todas ubicadas en el Valle de Uco, más precisamente en Los Árboles, Los Chacayes, Vista Flores, Campo Los Andes y dos fincas en  La Consulta. Entre todas cubren un abanico interesante de alturas, desde los 1050 msnm de La Consulta hasta casi los 1400 msnm de Chacayes. La composición de este blend de MB cambia año a año dependiendo de la calidad de la fruta de cada finca. La uva es fermentada en vasijas de concreto y el 70% del vino tiene una crianza de 10 meses en barricas de roble francés. A la vista notamos un color intenso, en el espectro del rojo, que al agitar la copa delata un vino ligero, fácil de tomar. En nariz notamos un perfil bien frutal, fruta roja fresca fundamentalmente, con un dejo floral que le aporta sensación de frescura. La madera está perfectamente integrada. Ya en boca el recuerdo a la fruta está bien presente, se aprecia alguna nota dulce que podría provenir de la madera. De acidez media, taninos muy sutiles y un final medio a prolongado. Un malbec muy elegante del Valle de Uco.

El Alandes Malbec Calchaqui Valley 2018 también es 100% MB, de cuatro fincas distintas, todas ubicadas en el Valle Calchaquí, dos de ellas en Cafayate, una en San Carlos y la restante en Molinos. El rango de alturas va desde 1600 msnm en Cafayate hasta los 2500 msnm en Molinos. La vinificación es igual que en el caso del Uco Valley, con contribuciones variables de cada finca según la calidad de cada año y una crianza de 10 meses en roble francés del 70% del vino luego de fermentar en vasijas de concreto. En vista notamos un color muy intenso, con tonalidades violáceas y una densidad que sugiere un vino con cuerpo. En nariz es inevitable recordar el adn del NOA, con notas que recuerdan al pimiento morrón en primer plano, para dar lugar a aromas a fruta roja y negra y un dejo de mineralidad característico del terruño. En boca confirmamos los que nos sugirió la vista, un vino con cuerpo, que deja sensaciones a especies y minerales, con una  acidez media, taninos muy integrados y un final prolongado. Un vino con toda la potencia del NOA y, a la vez, muy fácil de tomar y de disfrutar.

Una sugerencia: vale la pena comprar las dos etiquetas, invitar a algunos amigos y degustarlos al mismo tiempo, comparar lo que ofrece cada botella, pero fundamentalmente, disfrutar dos tremendos vinos.              


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