El sábado 30 de marzo degustamos en Alma de Los Andes los vinos de Arca Yaco, el proyecto de Matías Etchart en la Quebrada de San Lucas, a 2100 msnm al oeste de San Carlos, Salta.
El emprendimiento comienza en 2010 con la compra de 1000 ha y el aprovechamiento de unas 2 ha plantadas en 2013 con MB y CS. La primera vendimia fue en 2015 y en 2016 tenemos la primera añada de Amar y Vivir. El rendimiento actual es de unas 25000 botellas.
Matías elabora dos etiquetas, una de vinos varietales, Imagínate, y el tope de gama de la finca, Amar y Vivir, que tiene un paso de 15 meses por barricas de roble francés de 500 litros de primer uso (el 70% del vino) y de segundo uso (el 30% restante). De la línea Imagínate degustamos un Torrontés, un Sauvignon Blanc y un Malbec, todos 2018. De Amar y Vivir, probamos el Blend de Tintas y un Cabernet Sauvignon, los dos 2017. La degustación estuvo guiada por el mismo Matías.
El TR, que se elabora con uvas de Cafayate, muestra un color amarillo paja muy pálido, una nariz muy intensa donde predominan notas a miel y con notas florales que recuerdan al azahar en un segundo plano. En boca tiene una acidez moderada y el típico amargor al final se hace presente luego de un rato. El SB, también elaborado con uvas que no son de San Lucas, presenta una coloración amarilla pálida, una nariz que recuerda a cítricos, con notas vegetales que aparecen en una segunda nariz. Resulta franco en boca, de acidez algo más marcada que el TR. El MB tiene una coloración rojo rubí muy intensa, una nariz donde predominan notas a fruta roja, con notas vegetales y especiadas combinándose muy bien. En boca resulta muy interesante, con taninos muy moderados y final medio.
El blend de Amar y Vivir tiene un 85% de MB y el resto de CS. De color rubí muy intenso, presenta una nariz compleja, con notas frutales y vegetales combinándose de la mejor manera, respetando el ADN de los vinos del NOA. En boca tiene un cuerpo bien marcado, con taninos presentes y elegantes y de final prolongado. El CS es un varietal 100%, de color rubí muy intenso, de una nariz donde predominan notas vegetales, como el morrón asado, y notas más sutiles que recuerdan a frutas rojas y negras en una segunda nariz. Es muy franco en boca, con taninos marcados pero no invasivos, y de un final prolongado.
Para terminar, probamos un MB de barrica, que formará la base del próximo blend de Amar y Vivir. Las barricas en este caso son de primer uso solamente. Presenta una nariz increible, que evoluciona de notas lácticas a vegetales y especiadas con el tiempo, y en boca resulta de una sedosidad elegante, de acidez media. Realmente una joyita que anticipa lo que se viene en el nuevo Amar y Vivir.
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