El jueves 8 de noviembre degustamos (casi) toda la línea de Uruco Wines, una bodega de Tupungato con fincas en El Peral y en Gualtallary, que tiene una capacidad de poco menos de 100.000 litros. La degustación estuvo guiada por Ignacio Reina, de la familia dueña de la bodega, y tuvo lugar en Alma de Los Andes.
El "casi" toda la línea que escribimos arriba tiene que ver con que este año no sale a la venta el Sauvignon Blanc porque los viñedos fueron afectados por el granizo complicando la producción. Degustamos el resto de las etiquetas de la bodega.
Empezamos con el Finca El Peral Chardonnay 2018, el único blanco de la noche. De color amarillo muy pálido, casi transparente, presenta una nariz muy aromática, donde predominan las notas a fruta de pulpa blanca como pera y ananá. Franco en boca, tiene una acidez muy elegante que invita a tomarlo.
Seguimos con Finca El Peral Malbec 2016. Este MB muestra un color rojo violáceo de intensidad media, una nariz donde abundan las notas a fruta roja pero con un toque de mineralidad. En boca es equilibrado, taninos sutiles y acidez interesante, de final medio.
Le tocó el turno al Finca El Peral Cabernet Sauvignon 2014. De color rojo más hacia el lado de los rubí, pero también de intensidad media. Una nariz muy típica de la variedad, con notas pirazínicas bien presentes. En boca se mantienen las notas vegetales, con taninos bien presentes pero no invasivos y de final medio. Con 4 años desde su cosecha, es un vino que puede esperarse todavía y disfrutar de su evolución.
Cerramos la línea Finca El Peral con el Blend 2013, elaborado con partes iguales de MB, CS y Merlot, pasa 4 a 6 meses en barricas de roble y luego un período de guarda en bodega de entre 6 y 12 meses. De color rojo violáceo de intensidad media, en nariz predominan las notas a fruta roja, como la frutilla. Las notas provenientes del paso por madera aparecen de manera muy sutil, sin interferir en los aromas varietales. En boca, el CS toma la delantera, con taninos bien presentes, logrando un vino estructurado y de final medio a prolongado.
Pasamos a la línea Uruco y probamos el MB 2016, con una crianza de 12 meses en barrica (el 75% del vino) y otros 12 meses de guarda en bodega. De color rojo púrpura de intensidad media, presenta una nariz compleja, donde aparecen notas a fruta roja combinadas con otras más minerales y un toque de vainilla o caramelo aportado por la madera. En boca se mantiene esa complejidad, con las notas frutales dominando, con taninos muy amables y un final prolongado que redondean un vino bien estructurado y elegante.
Cerramos la degustación con Uruco Blend 2016, elaborado a partir de 50% MB, 25% CS y 25% ML, con una crianza de 12 meses en barricas de roble y una guarda de 12 meses en bodega. De color rojo violáceo intenso, nos presenta una nariz bien compleja, donde las notas vegetales del CS aparecen primeramente, para dar lugar a las notas frutales características de las otras cepas en una segunda capa. En boca es complejo, con notas que se amalgaman para dar un vino muy equilibrado, con taninos presentes pero sutiles y un final prolongado.
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