El viernes 28 de julio degustamos en Alma de Los Andes una serie de vinos de Bodega Teho, Manos Negras y Tinto Negro (Finca La Escuela), todos proyectos de Alejandro Sejanovich y Jeff Mausbach, de la mano de la sommelier Elena Amigo. Algunas impresiones de los vinos que tomamos:
Zaha Marsanne 2016, Los Chacayes (Teho): un vino de color amarillo intenso, con reflejos verdosos, que en nariz aporta aromas a peras y manzanas con algunas notas florales y herbáceas. En boca es bastante franco, seco y de una acidez muy sutil. Una cepa que está dando sus primeros pasos en el país y vale la pena darle la oportunidad.
Manos Negras Artesano Pinot Noir 2016, Río Negro: este PN rionegrino se diferencia de los otros dos PN de la bodega que provienen de Añelo, Neuquén. Un 10% del vino se añeja en roble francés durante 12 meses. A la vista muestra coloración rojo cereza pálida, típica de la cepa. En nariz se aprecian aromas a frutas rojas y negras no muy maduras, como cerezas y guindas. En boca sobresale la acidez típica del PN que deja lugar luego a notas frutales.
Manos Negras Artesano Malbec 2014, Altamira: en este caso el MB es cofermentado con Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Petit Verdot. Un porcentaje bajo del vino se lleva a barricas de roble francés durante un año. Este MB presenta un color rojo rubí intenso. En una primera nariz notamos una mermelada de frutilla que da paso a notas ahumadas, de humedad o bien minerales. Ya en boca apreciamos una sutil combinación de notas frutales y minerales con una acidez muy amable y un final interesante.
Tinto Negro La Escuela 2012, Altamira (botella Magnum): este vino es un blend de Malbec de suelos de diferentes características. Las uvas son cosechadas en diez días diferentes durante un período de 3 semanas. Cada cosecha es una mezcla de los distintos suelos. Así, notamos en vista un color rojo rubí con tonalidades que reflejan su edad. En primera nariz notamos fruta roja madura que da lugar a aromas especiados y minerales de mayor complejidad en una segunda nariz. En boca nuevamente la fruta roja hace su presentación, pero ahora combinada con sabores especiados marcados. La mineralidad está presente pero en forma muy sutil, al igual que la acidez, que se muestra de una manera muy elegante.
Las palabras finales son para la serie de Finca La Escuela donde las uvas de cada suelo se usaron para un vino distinto. Así, tenemos La Arena, La Grava, La Piedra y El Limo. Degustar los cuatro simultáneamente es una experiencia que vale la pena para que cada uno saque sus conclusiones sobre las contribuciones de cada tipo de suelo al producto final. Es muy interesante apreciar diferencias en la coloración y en la acidez de los vinos.
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