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viernes, 11 de julio de 2025

Probamos los vinos del nuevo proyecto de Seba Bisole, El Legado

Probamos casi todas las etiquetas de lo nuevo de Sebastián Bisole, El Legado. Pudimos charlar con Seba sobre este proyecto, qué significa, qué busca. Te lo contamos.

V&D: ¿Qué te llevó a iniciar el proyecto de El Legado?

SBQuiero contar una historia personal, pero en lugar de hacerlo a partir de un concepto horizontal, como es el caso de la línea Los Bisole,  acá lo hago en forma vertical, la historia de mi papá, de cómo me propuso estudiar enología en el mismo instituto donde él había estudiado. Allí, me recibí y empecé a hacer vino a los 17 años.

La frase de Steve Jobs en la contraetiqueta de los vinos resume esa idea: solo podemos hacer una síntesis de nuestra vida mirando hacia atrás y uniendo los puntos que se fueron creando y nos permitieron llegar al presente.

V&D: ¿Qué querés expresar con estos vinos? Contanos cómo los elaborás

SB: Son vinos jóvenes, del año, esta primera añada es la 2024, elaborados con un estilo francés, 100% reductivo, donde se reduce al mínimo la cantidad de oxígeno que ingresa en los tanques de acero durante la fermentación, con la intención de retrasar la evolución del vino todo lo posible, a expensas de aromas y estructura, y que la evolución se de en la botella o en la copa. Terminada la fermentación, se fracciona para salir al mercado con buena acidez, frescura y buscando que los descriptores aromáticos evolucionen en copa.

Se elaboran solamente entre 300 y 450 botellas de cada vino.

V&D: Por ahora estás con 4 etiquetas tintas y una blanca, ¿pensás ampliar el portflio en el futuro inmediato? ¿Vas a continuar con la 2025 el año que viene?

SB: No, ampliarla no. Para el 2025 la idea es seguir con las cinco etiquetas. También con la línea Familia, que tiene etiquetas de vinos blancos que cambian año a año y un malbec, un merlot y un cabernet franc fijos cada añada.

Como novedad, te puedo adelantar que para octubre va a salir una nueva línea de vinos, De Igual a Igual, que recuerda el momento en que mi papá se recibe de enólogo y me dice ‘ahora los dos somos enólogos’. De Igual a Igual serán dos blends trivarietales.

Para el año que viene tendremos otra línea, Tesis, que será el tope de gama. El nombre hace referencia a tres momentos de mi vida. El primero cuando mi papá escribe su tesis para recibirse de enólogo en una máquina de escribir a rodillo y retorno de carro, pero no logra terminarla; el segundo cuando escribo mi tesis en una computadora para recibirme yo; y finalmente, cuando mi papá logra recibirse y escribe su tesis… ¡a mano! Porque ya no había máquina de escribir y no podía usar computadora. Solo dos etiquetas, un malbec y un merlot.

 Y ahora vamos a los vinos. Probamos cuatro de las cinco etiquetas de El Legado, todas ellas 2024.

El semillon muestra notas cítricas en nariz, que recuerdan a la lima y al pomelo, con un matiz 'dulce' muy agradable. En boca es de acidez media a media+, dejando una sensación salina interesante, bien típica de la variedad, que combinada con la acidez da un final muy agradable.

El pinot noir es de nariz interesante, notas a fruta roja (guinda, cereza) y especiadas bien marcadas. Acidez media en boca, taninos presentes, final medio. Un lindo pinot, con una acidez algo más baja de lo esperada que no atenta contra la frescura del vino.

El merlot presenta una nariz con aromas a fruta roja (frutilla), y notas especiadas que recuerdan a la nuez moscada. Franco en boca en lo frutal, acidez media-, taninos moderados, final medio. Un merlot de libro.

Y terminamos con el malbec. Llama la atención con un color violeta profundo, con herradura rubí brillante. De nariz compleja, fruta roja (ciruela), y notas especiadas marcadas (clavo de olor), franco en boca, de acidez media y taninos presentes, el final es medio+. Más que interesante este vino.

 Tal como nos adelantó Seba, nos encontramos con cuatro vinos que se caracterizan por su frescura y potencia aromática.    

miércoles, 2 de julio de 2025

Probamos las nuevas añadas de BIRA con Santiago Bernasconi

Probamos las nuevas añadas del portfolio completo de BIRA, el proyecto de Santiago Bernasconi y Fede Isgro (la B y la I del nombre, RA por República Argentina), nueve etiquetas en total, acompañados por Santiago, quien nos fue contanto detalles de los vinos.

En la primera tanda tomamos el Bianco D’Uco y el Rosa Di Rosso, ambos 2024. El primero, malvasia 100%, parte fermenta con escobajos, buscando estructura final, y otra parte en contacto con pieles. Parte del vino final fue a barricas y estuvo en contacto con lías por 4 meses. De nariz que recuerda a fruta cítrica, notas florales, de acidez media+ y untuosidad que otorga volumen en boca. Muy interesante. El Rosa es un blend de sangiovese (60%) y syrah, cofermentados a baja temperatura y en contacto con borras por 4 meses en tanques. De nariz muy floral donde destaca el aroma a rosas. De acidez media en boca, final agradable, vino rosado elegante y fresco a la vez.

Para la segunda tanda, probamos el Rosso D’Uco y el Tanito, ambos 2023. El Rosso es el primero de los tres tintos que tienen al sangiovese como base que elaboran Fede y Santiago. En este caso, un 70% de SG y el resto repartido entre merlot y syrah. Las tres variedades fermentan por separado y parte del vino va a barricas usadas por 12 meses antes de hacer el corte final. Aromas a fruta roja, como la cereza, y notas herbales en nariz, de acidez media y taninos marcados en boca, se aprecia un final medio muy agradable. Tanito, en cambio, se elabora a base de malbec (el 80%), pero con impronta italiana. Completan el corte el sangiovese y el cabernet franc. Se vinifica en forma similar al Rosso, paso por madera incluido. Mucha fruta roja en nariz, entrada dulce en boca, de acidez media- a media, taninos presentes y amalgamados, final medio. Un vino con una relación calidad a precio increible.

Seguimos con el Brunetto, el Bin Otto y el Tano, todos 2022. Los dos primeros completan la trilogía a base de sangiovese, con un 80% de SG en el Brunetto y un 90% en el Bin Otto, con merlot y syrah completando los cortes. Estilos de vinificación muy diferentes, en Brunetto Fede juega con dos estilos de SG, maceración corta y maceración larga y ML y SY cofermentados y microvinificados en bins, 12 meses en barricas de 500 L nuevas y usadas. Nariz muy herbal y acidez media-, taninos que complementan perfectamente y final prolongado. En el caso del Bin Otto las tres variedades se microvinifican por separado en bins y tienen maceración post fermentativa prolongada antes de pasar a barricas de 500 L donde reposan 14 meses. De nariz muy compleja, fruta roja, notas herbales y aromas terrosos, de acidez media- y taninos amalgamados, final prolongado. Un vino más que interesante. Tano, por otro lado, sigue la filosofía del Tanito, un malbec (70% en este caso) con impronta italiana que aporta el sangiovese (y algo de cabernet franc), un Tanito potenciado en palabras de Santiago. De vinificación similar el Bin Otto, tiene aromas frutales muy intensos, acidez media y perfil tánico pronunciado en boca, de final prolongado.

Y terminamos con la línea Mero. El Primo Syrah 2022, del cual se hacen poco más de 600 botellas a partir de una barrica de 500 L, presenta una nariz muy compleja, donde predominan aromas herbales que recuerdan al mentol, de acidez media a media+, taninos muy amables y final prolongado. Riquísimo vino. Y el Non Vintage (N.V.) donde uva malvasia pasa un año en crianza biológica y luego se hace el corte con otra malvasia vinificada de manera más tradicional. De nariz compleja donde las notas aportadas por el velo están bien presentes, combinadas con aromas a fruta cítrica y acidez media en boca. Vino blanco complejo, que vale la pena probar.

lunes, 16 de junio de 2025

Probamos parte del portfolio de bodega La Fortuna, proyecto de Mariana Roldán


Probamos algunos de los vinos que elabora Mariana Roldán para su proyecto La Fortuna, bodega fundada en 2022 en Barreal, Valle de Calingasta.

El proyecto abarca dos líneas, Zinnias (o flores de papel) y El Cruce. En la primera tenemos tres etiquetas, un torrontés sanjuanino y dos rosados, uno de ellos elaborado con la uva Canarí, variedad tinta originaria del sudoeste francés. Por otro lado, El Cruce presenta cuatro etiquetas, un malbec, un cabernet sauvignon y un blend de malbec (70%) y cabernet franc, los tres sin madera, y un malbec Gran Reserva, que declara 18 meses en barricas de roble francés de primer uso. Las etiquetas de El Cruce rememoran el cruce de Los Andes que San Martín realizó por el Paso de los Patos, lugar cercano a donde se encuentran las vides con las que Mariana vinifica.

Yendo a los vinos, probamos el rosado de malbec (90%) y torrontés sanjuanino de Zinnias, 2024, elaborado con uvas provenientes de fincas a 1600 msnm. De aromas que recuerdan a fruta roja fresca, cerezas, guindas, es franco en boca, de buena acidez, muy bebible. También probamos el torrontés 2022 elaborado a partir de uvas del paraje Hilario y con crianza biológica en tanques de acero durante dos meses. Muy interesante en nariz, combinando aromas que recuerdan a la manzana roja con los característicos de la crianza en velo. Bien seco en boca, de acidez media- y con un porcentaje de alcohol que se aprecia. Este vino no se elabora más y dará paso a un torrontés más tradicional, más bebible en las próximas añadas.

Seguimos con El Cruce cab sauv 2023, elaborado con uvas del paraje de La Puntilla, a 1650 msnm. De nariz frutal, moras y frambuesas, con un toque especiado que recuerda a la pimienta. En boca es franco, de acidez media a media-, taninos presentes y amalgamados, y un dulzor apreciable que le aporta cuerpo y un final medio+ que hace de éste u vino interesante. Todavía puede esperar unos años en botella hasta alcanzar su máximo potencial. Terminanos con el blend de malbec y cab franc, 2023, uvas del paraje de Villa Nueva, a casi 1700 msnm. Muy interesante y complejo en boca, las primeras notas recuerdan a frutas rojas y negras algo maduras, ciruelas y moras, que se combinan con notas especiadas como pimienta en grano, regaliz, algo de mentol. En boca es franco, de perfil frutal, de acidez media a media-, taninos apenas perceptibles y final medio+. Un punto alto dentro de los vinos elaborados por Mariana, que habrá que seguir en el tiempo y a sus nuevas añadas.

En resumen, vinos muy interesantes que nos llegan desde Barreal, una vez más. No hay que perderles pisada y seguirlos en las nuevas añadas.

martes, 13 de mayo de 2025

Probamos los vinos del nuevo proyecto de Fabián Vicario, CIÓN

Degustamos los vinos de Ción Wines, nuevo proyecto de Fabián Vicario. Fabián es propietario de Biplano Wines y cuenta con experiencia importante en investigación en vinos en el Catena Wine Institute. Ahora, creó Ción Wines para homenajear a su papá, Nito, que lleva casi 80 años trabajando en vitivinicultura.

El nombre del proyecto tiene que ver con palabras terminadas en ción, con que Fabián cuenta cómo hace sus vinos. Son tres líneas que usan uva de San Carlos, Valle de Uco, y tienen la característica de comenzar la vinificación con maceración carbónica para lograr una base alcohólica que optimice la extracción de polifenoles. La fermentación ocurre en huevos de concreto. Fabián busca vinos jóvenes y frescos, que se beban fácilmente.

La primera línea es FormaCIÓN, dos etiquetas elaboradas a partir de garnacha y sangiovese provenientes de viñas de más de 80 años en Eugenio Bustos, ambas añadas 2024. Dos vinos muy interesantes, con aromas que recuerdan a fruta roja en nariz y acidez marcada en boca que se origina en una cosecha temprana. Algo más de cuerpo el sangiovese por ser un poco menos ácido. Muy bebibles ambos, invitan a tomarlos con un par de grados menos de lo habitual.

La segunda línea es TransformaCIÓN, también con dos etiquetas, un chardonnay 2022 que tuvo oxidación biológica parcial y un cabernet franc 2024, elaborados con fruta de viñas de 28 años en La Consulta. De nariz herbácea y especiada, tenemos un franc típico de la zona, de acidez media en boca, muy agradable. Del chardo hablamos más abajo porque hicimos una experiencia interesantísima que nos propuso Fabián.

La última línea es ConstrucCIÓN, sólo una etiqueta, malbec 2024, de El Cepillo, elaborado con uvas de 20 años. El vino muestra una nariz bien típica de la maceración carbónica, con mucha fruta roja, que recuerda a la frutilla (casi un chicle de frutilla), de acidez media y taninos apenas perceptibles. Para tomar bien fresco!

Fabián trajo cinco botellas de chardonnay sin etiquetar, de diferentes añadas para experimentar y comparar con el 2022, en tres tandas de dos vinos cada una. La característica del chardo de Ción es que pasa parte del tiempo en contacto con velo, produciéndose una oxidación biológica que aporta aromas típicos, como solvente por ejemplo. En la primera tanda probamos el 2025 y el 2024, diferencia importante de color, nariz muy frutal en el 2025, que recuerda a la pera, mientras que el 2024 muestra notas a levadura. El 2025 es franco en boca y el 2024 recuerda a una sidra sin gas.

En la segunda tanda, en el 2023 aparecen claramente las notas a solvente, lo que muestra un cambio de carácter respecto al 2024. El 2022 es el chardo que se comercializa, de perfil similar, aunque las notas de la oxidación biológica no son tan prominentes, de acidez más marcada que el 2023.

En la tercera tanda, probamos otro chardo 2022 que no fue embotellado y continuó con el velo, lo que le aporta aromas a solvente mucho más marcados que en el 2022 comercial. Y probamos un 2021 que resultó tremendamente elegante, de nariz terpénica, con aromas que recuerdan a la uva y a la pera, de acidez interesante en boca, riquísimo vino!

jueves, 17 de abril de 2025

Probamos los vinos de Los Cuadros Wines de Gustavo Ozamis

Probamos casi todo el portfolio de Los Cuadros Wines, proyecto personal de Gustavo Ozamis, conformado por tres líneas: una entrada de gama con tres etiquetas, Mar de Canto; la gama media del proyecto, Pie de Canto, con otras tres etiquetas, y un blend, Sobrecanto, que es el tope de gama.

Nos cuenta Gustavo que se recibió de enólogo en la Facultad Don Bosco de Enología de Mendoza. Trabajó en Monteviejo, en Montequieto, en Piccolo Banfi y como asesor de exportación en otros proyectos más chicos. Actualmente, trabaja para Bodega Famiglia Furfaro, en Córdoba, y tiene otro proyecto personal, Armisticio Wines, que forma parte del Basta Malbec Club.

Los Cuadros Wines comenzó en 2019 como un proyecto enoturístico en el Valle de Uco y, Gualtallary, en particular, resultó una sorpresa por la calidad de sus suelos y por sus paisajes. En palabras de Gustavo, Los Cuadros Wines busca embotellar ese suelo y mostrar la diversidad de Gualta que, aunque no es muy extensa, es bien distinta.

Aunque la fruta no es propia, Gustavo trabaja con productores y tiene control sobre los viñedos de tres fincas distintas. Vinifica en bodega propia, Bodega Canto, en Tupungato Winelands, un wine country de Gualtallary. Ante la pregunta de si planea agregar una nueva línea o etiqueta a la producción actual, Gustavo nos cuenta que están experimentando nuevos productos, que saldrán a la venta cuando estén equilibrados.

Yendo al proceso de elaboración de los vinos, desde los terroirs se marcan diferencias, así que aprovechamos para preguntarle a Gustavo las características de cada línea de su proyecto. Mar de Canto se elabora con la fruta de la finca que está a menor altura, 1200 msnm, sobre suelo arenoso fundamentalmente, de perfil productivo. La fermentación se realiza en vasijas de hormigón y una vez finalizada, los vinos quedan doce meses en esas vasijas antes de embotellar. Finalmente, pasan un periodo de estiba de otros doce meses en botella. La filosofía detrás de Mar de Canto es expresar un terroir a través de un varietal, sin impacto de la madera.

Para Pie de Canto ascendemos a 1300 msnm, donde el suelo de la segunda finca es pedregoso y las vides están más estresadas, dando menor cantidad de fruta pero de mayor concentración. La fermentación también se realiza en vasijas de hormigón pero, para la guarda, parte del vino se transfiere a barricas de 500 L de roble francés, de segundo y tercer uso, y el resto del vino queda en las mismas vasijas de hormigón, en ambos casos por doce meses, y cada varietal por separado. También hay un tiempo de estiba en botella de doce meses antes de salir a la venta.

Finalmente, para Sobrecanto llegamos a la tercera finca, a 1400 msnm, donde el suelo también es pedregoso y tiene canto rodado superficial. Las tres variedades que conforman el blend se fermentan por separado ya que los puntos de cosecha son distintos. La fermentación se realiza en vasijas de hormigón y luego parte de los vinos pasa a barricas de 500 L de primer uso y parte a barricas y foudres de segundo uso, en ambos casos por 16 meses. Posteriormente, se hace el blend y se embotella para pasar doce meses en estiba. El porcentaje de cada variedad depende del año, no está fijo. Para esta primera añada de Sobrecanto, el malbec va con un 40% y los cabernet franc y sauvignon con 30% cada uno. 

Yendo a los vinos que probamos, las tres etiquetas de Mar de Canto, todas 2022, reflejan la búsqueda de Gustavo por expresar el terroir. El malbec muestra una nariz donde predomina la nota floral que recuerda a la violeta, que da lugar a notas de fruta roja como ciruela y frambuesa. De acidez media en boca, taninos moderados y final medio y agradable. El cabernet sauvignon tiene un perfil muy típico, con un nariz muy piracinica, notas a fruta negra, como arándanos y ciruela, muy agradable. En boca es franco, de perfil herbal, acidez media a media+, taninos marcados que acompañan el perfil del vino, final medio muy interesante. El cabernet franc denota una nariz frutal, fruta roja característica, con notas especiadas muy sutiles. Franco en boca, de acidez media+, taninos moderados y final medio.

Pasamos a los tres Pie de Canto, también todos 2022, donde el paso por madera aporta una mayor elegancia a los tres vinos. Empezamos con el chardonnay, que presenta una particularidad en su elaboración y que Gustavo nos la cuenta en detalle. Los racimos enteros se prensan para extraer el mosto, que se lleva a vasijas enfriadas por 24 horas y sin protección con sulfito, de manera que se permite la oxidación. Luego de decantar borras, el mosto se divide en tres y se fermenta en distintos recipientes: vasijas de hormigón, vasijas de barro y barricas de roble de 500 L, de primero y de segundo uso. La idea es mantener la expresión varietal en nariz en el primer caso; aprovechar la micro-oxigenación intensa en los recipientes de barro para redondear los sabores y parte del perfil tánico en boca, y lograr la untuosidad y evolución de los taninos que ofrece la madera. Luego de la fermentación, los vinos listos quedan por doce meses en los mismos recipientes y finalmente se elabora un blend de recipientes que aporte fruta, acidez y elegancia, sin perder la frescura. Para este 2022, el corte es de 50% hormigón, 30% barro y madera el 20% restante. Notamos fruta verde en nariz, que recuerda a la manzana, y aromas más sutiles que recuerdan al membrillo aparecen en una segunda nariz. Es de acidez marcada en boca, mucha untuosidad presente y notas de pan tostado que prevalecen en el final de boca. Realmente un vino muy interesante.

En el caso del malbec notamos en nariz un perfil complementario al malbec de Mar de Canto, ya que predominan notas a fruta roja fresca en nariz, como ciruelas y frambuesas, y notas florales dulces, que recuerdan a la violeta. De acidez marcada interesante, taninos moderados y bien integrados, final medio a medio+. Y terminamos con el blend de cabernet franc y cabernet sauvignon. De nariz herbaria, con notas a mentol y eucalipto marcadas, y notas herbáceas, como el pimiento verde, bien presentes. De acidez media en boca, de taninos presentes, marcados pero al mismo tiempo bien amalgamados, de final medio+ muy interesante.

En resumen, seis etiquetas que representan buena parte del nuevo proyecto de Gustavo, con vinos muy interesantes que invitan a comparar terroirs separados por 100 msnm pero que dan resultados muy distintos.









sábado, 22 de marzo de 2025

Probamos algunos vinos del portfolio de Vinos del Gallo, de Franz Olivier

Probamos parte del portfolio de la distribuidora Vinos del Gallo, de Franz Olivier. Cuatro tandas de dos etiquetas cada una, comparando varietales y estilos de vinificación. Mostramos las fotos de algunos de los vinos. 

En la primera tanda comparamos Mantra Rebel Chardonnay 2024 de Secreto Patagónico con P’tit Nouveau Tocai 2023 de Les Astronautes. El chardo tiene un perfil bien varietal, con notas a pan y levaduras interesantes y acidez marcada. El tocai resultó una curiosidad, de nariz un poco aplacada, se muestra en boca con un perfil cítrico y acidez media+.

 En la segunda tanda probamos Mantra Reserva Pinot Noir 2023 y Criolla Maceración Carbónica 2023 de Les Astronautes. Un pinot muy típico de la zona, con perfil marcado de fruta roja (cerezas) y especias, posiblemente aportadas por 12 meses de roble. La criolla, elaborada con cereza y criolla chica, aporta notas de mucha fruta roja (frutilla) y acidez marcada que redondean un vino para tomar bien fresco, sin sentir culpa. 

La tercera tanda fue para el Red Wine Limited Edition 2020 de Sposato y el Obra Prima Maximus Gran Reserva de Familia 2019 de Familia Cassone. El blend de Sposato se elabora con malbec (50%), cab sauvignon (25%), cab franc (15%) y petit verdot el resto. Pasa 14 meses en barricas de roble. De nariz muy compleja, notas a fruta negra (frambuesas), algo de chocolate y cedro y el perfil piracínico esperado para las cuatro variedades bordelesas. Potente en boca, de perfil frutado, acidez media, taninos presentes pero no invasivos y final prolongado. El blend de Familia Cassone se elabora a base de malbec (50%), cab franc (25%), cab sauvignon (15%) y syrah el resto. 18 meses de guarda en barricas de roble. De nariz con notas a fruta roja (frambuesa y frutilla) con notas especiadas muy sutiles (menta, eucalipto), la madera muy amalgamada. De boca frutal, acidez media, taninos moderados y final muy interesante.

Terminamos con el Gran Sposato Premium Reserve Cabernet Franc 2020 y el Gran Obra Syrah 2019 de Familia Cassone. El cabernet estuvo 18 meses en barricas de roble francés y americano de diferentes usos, predominando las de primer uso. En nariz presenta notas a fruta roja (frutilla, entre madura y en mermelada), la madera bien integrada, franco en boca, de acidez media y taninos amables, de final medio a medio+. El syrah tiene una guarda de más de 20 meses en barricas de roble nuevas y usadas, de nariz muy potente, notas a fruta negra (ciruelas y arándanos) y especias, en boca es franco en lo frutal, de acidez media, taninos medios y final medio+.

En resumen, vinos para todos los gustos y un rango de precios para todos los bolsillos.

lunes, 30 de diciembre de 2024

Probamos los vinos que hacen Leandro Velázquez y Giuliana Bruno para su proyecto Coincidir

Probamos los vinos de Coincidir, un proyecto familiar que llevan adelante Leandro Velázquez y Giuliana Bruno.

El proyecto inició en 2023 y trabajan dos líneas, Coincidir y Lugarcitos, con tres etiquetas de cada una. En el caso de Coincidir, la uva proviene de Los Árboles, Tunuyán, y en el caso de Lugarcitos de Gualtallary y San Pablo, siempre en el Valle de Uco.

Para la línea Coincidir, los vinos son elaborados en huevos de concreto, algo que se refleja desde la etiqueta, buscan expresar lo mejor de diferentes zonas y están pensados para salir a la venta durante el año de la cosecha.

Las tres etiquetas de Lugarcitos se elaboran con uvas provenientes de (como les gusta decir a Giuliana y a Leandro) pequeños lugares y grandes terroirs, con mucha potencia, y se fermentan en pequeñas vasijas y son conservados en barricas.

De la línea Coincidir encontramos un chardonnay, un pinot noir y un malbec, todos 2024. El CH presenta una nariz muy agradable, con notas a fruta verde (manzana y pera) y tropical (piña), muy refrescante en boca, con una acidez alta que va de la mano de solamente un 10.7% de alcohol. Realmente, un chardo muy interesante que sale de lo normal por su acidez tal alta. El PN es muy varietal, muy típico, en nariz presenta notas a fruta roja, que recuerdan a cerezas, con aromas más sutiles que nos hacen acordar al cuero y a trufas. De acidez media+ en boca, resulta un vino refrescante, muy amable. El MB muestra una nariz muy interesante, predominantemente herbal, con notas a eucalipto y orégano. Al oxigenarse en la copa, aparecen notas que recuerdan a fruta seca, con un toque dulce que recuerda al higo. En boca es muy franco, de perfil herbal, acidez marcada (media+ a alta), taninos bien presentes y final prolongado. Muy rico vino.

De la línea Lugarcitos, Leandro y Giuliana elaboran un chardo y un malbec de Gualtallary y un cabernet franc de San Pablo, todos del 2023. En el CH encontramos notas a fruta verde en nariz, mientras que en boca aparecen notas que recuerdan a fruta tropical, con acidez media+, no tan alta como el 2024, dando lugar a un vino más elegante, seguramente a consecuencia de su paso por madera. En el caso del MB, llama la atención un muy lindo color rojo rubí brillante, dando lugar a notas a fruta roja fresca en nariz, con un aporte de notas especiadas que acompañan, redondeando una paleta de aromas compleja. De acidez media en boca, los taninos se muestran sutiles y el final es medio+, realmente un vinazo!!

Y el CF de San Pablo se destaca por una primera nariz muy frutal (fruta roja y negra, frutilla y ciruela) y algunas notas especiadas que aparecen cuando la copa se oxigena. Bastante especiado en boca, con una sensación de amargor, acidez marcada y taninos moderados, final medio+.

En resumen, seis vinos con personalidad, con una relación calidad a precio muy buena. Un malbec de Gualta que la rompe; dos chardo totalmente diferentes y que vale la pena degustarlos juntos, donde encontramos una acidez fuera de lo común y de lo más interesante en el de Tunuyán; un franc de San Pablo y un malbec de Tunuyán que inundan la boca con notas especiadas; y un pinot con todas las letras, tiene todo lo que los libros nos enseñan que debe tener el PN.



miércoles, 30 de octubre de 2024

Degustamos buena parte del portfolio de Elefante Wines con Felipe Azcona

Probamos las nuevas añadas de buena parte del portfolio de Elefante Wines, el proyecto familiar que Juli Rauek y Feli Azcona llevan adelante en el Valle de Pedernal, San Juan, desde 2013. Un proyecto que empezó literalmente en el garage familiar con 1000 kg de uva malbec comprada a la finca El Durazno. Hoy en día la relación con la finca continúa al punto que Feli y Juli le aportan información muy valiosa sobre suelos y viñedos a los dueños de la misma.

Elefante Wines tiene una producción de unas 40.000 botellas al año, 18 etiquetas divididas en 6 líneas: Elephant Gun, Elefante Blanco, El Elefante (in the room), Un Elefante en un Bazar, Memoria de Elefante y A Través de Mis Ojos.

Probamos 11 de las 18 etiquetas acompañados de Feli y te dejamos algunos comentarios de estos vinos que están muy buenos.

De Elephant Gun probamos el rosado de merlot 2024 y el malbec 2023, ambos sin paso por madera, característica de la línea, fermentados en tanques de acero, con un pequeño porcentaje de racimos enteros en el caso del MB. Mucha fruta roja en nariz en el caso del rosado, de acidez bien marcada, definiendo un vino fresco, fácil de tomar y de final agradable. El MB presenta una nariz más compleja, con mucha nota herbal, bien característica de los vinos sanjuaninos. De buena acidez, también es un vino para tomar fresco y disfrutar.

Degustamos las dos etiquetas de El Elefante (in the room), el malbec y el cabernet sauvignon, ambos 2022. Estos vinos pasan 12 meses en barricas de roble francés y presentan una nariz compleja, especiada, herbal y frutal. Fruta roja y nuevamente un perfil herbal en el caso del MB y especias (eucalipto o mentol) y fruta roja madura en el caso del CS. Cambiantes en boca, de acidez media y taninos marcados y ensamblados con el resto, final medio y agradable para estos dos vinos que muestran un perfil más que interesante.

De Un Elefante en un Bazar probamos una criolla blanca y un naranjo de chardonnay, ambos 2024. La criolla proviene de plantas de 90 años de viña “La Soñada”, también en el Valle de Pedernal, y forman parte de un proyecto de recuperación de viñedos antiguos. El mosto pasa 7 días en contacto con pieles durante la fermentación y se embotella sin filtrar. Es un vino muy refrescante, de acidez media, muy bebible. El naranjo se fermentó sin control de temperatura y se dejó el vino en contacto con pieles por 30 días, resultando una acidez media, taninos bajos que se aprecian, un lindo experimento.

Degustamos 4 etiquetas de Memoria de Elefante, un pinot noir (Capítulo I), un syrah (Capítulo II), un malbec (Capítulo IV) y un merlot (Capítulo V), todos 2023. El PN fermenta en tanque abierto, con el 15% de racimos enteros, y pasa 7 meses en barricas usadas. Muestra mucha fruta roja en nariz y acidez marcada, los dos aspectos que quieren remarcar Juli y Feli en este vino. El SY tiene maceración en frio y fermentación en tanques de acero, que da lugar a 12 meses en barrica usada. Nariz muy varietal, mucha especie, algo de clavo de olor, tomillo, orégano, muy rico vino. El MB tiene una vinificación similar el SY, de nariz compleja, donde predominan las notas especiadas, típicas del Valle, de acidez media+ y taninos moderados, tenemos un vino interesante, que remarca el perfil del malbec sanjuanino. El ML también se vinifica como el SY y el MB, presenta una nariz que recuerda a notas de madera especiada (¿palo santo?), de acidez media, taninos moderados y un final medio. 

Y terminamos con el malbec (con un 2% de semillón) 2021 de la Quebrada de los Sombreros (línea A Través de mis ojos), 12 meses de crianza en barricas de tercer uso y un año y medio de estibado en piletas antes de embotellar. Con notas a fruta negra, con un perfil especiado interesante en segunda nariz, de acidez media+ (interesante para un MB) y taninos bien presentes. Un vino distinto. 

Fue un verdadero placer probar estas añadas nuevas de la mano de Feli, contando no solo detalles de la producción, sino también anécdotas del proyecto que lleva junto a Juli. Vinos ricos que vale la pena probar si te gusta salir de las zonas tradicionales.

jueves, 19 de septiembre de 2024

Probamos los vinos de Equilibrio Imperfecto

Degustamos los vinos de Equilibrio Imperfecto, el proyecto de Andrea Marrone. Andrea es licenciada en marketing, creativa e innovadora, diseñadora de modas, desembarcó en el mundo del vino en 2019 con la idea de elaborar vinos que nacen del equilibrio entre lo imperfecto y lo sublime, como ella misma declara. El encargado de la enología es Lucas Richardi y la producción es de 5000 a 6000 botellas al año.

Actualmente, el proyecto tiene cinco etiquetas, todas ellas con una especie de liebre con cuernos, corriendo, imagen que expresa lo imperfecto. Dos de los vinos son blancos, un blend de moscatel rosado (70%) y chardonnay (30%), 2022, y un moscatel rosado 100%, 2021, en contacto con sus pieles, al estilo naranjo. Para el blend, la uva es de Ugarteche (MR) y de Agrelo (CH). Parte del MR se fermenta en contacto con sus pieles, se prensa y se deja en tanques de acero en contacto con lías. El CH se vinifica de manera tradicional, también en tanques de acero. En nariz tiene un perfil cítrico bastante marcado que recuerda a naranjas recién peladas. Notas a fruta de pulpa blanca aparecen sutilmente en una segunda nariz. En boca es franco en cuanto a notas cítricas, de acidez media, ideal para tomar un par de grados por debajo de lo recomendado. El moscatel se elabora con uva de Ugarteche cosechada en abril. El 30% de la uva se fermenta durante dos semanas en contacto con sus pieles. Antes de embotellar, se deja el vino listo reposando sobre lías para darle untuosidad. De perfil cítrico en nariz, presenta una acidez interesante en boca que lo torna muy bebible.

Las restantes tres etiquetas son tintos. Una criolla grande 2022, con uva de Tupungato y con la particularidad de que parte de la misma se elabora por maceración carbónica y el resto de manera tradicional, aunque con racimos enteros. Al final de las fermentaciones, las dos partes se juntan en un tanque se acero donde reposan hasta el embotellado. En boca aparecen notas que recuerdan a fruta roja, típicas de la maceración carbónica. De acidez media en boca, resulta una vino muy refrescante que invita a tomarlo unos grados por debajo de la temperatura de servicio. Seguimos con un blend de tintas 2021, elaborado a partir de bonarda (60%), malbec (20%) y petit verdot (20%), todas provenientes de Agrelo. Lo novedoso es que la BN fermenta por una lado y el MB y el PV cofermentan por otro. Pasados dos meses, se realiza el corte final que se mantiene sobre lías hasta embotellar, sin filtrar. De nariz con notas especiadas y herbales, muy agradables, que dan lugar a otras más frutales en una segunda nariz. En boca es muy bebible, de acidez media y taninos marcados e integrados, un vino muy interesante. Y terminamos con otro blend, elaborado a partir de malbec (80%) de Agrelo y semillón (20%) de Ugarteche. Ambas uvas son vinificadas por separado, de manera tradicional, y se realiza el corte final donde son notorias las notas que recuerdan a fruta roja y fruta blanca en nariz. De acidez media+ en boca, taninos moderados y un final prolongado que redondea un vino muy interesante.

En resumen, una propuesta con etiquetas innovadoras y vinos ricos que nos trae Andrea.

sábado, 31 de agosto de 2024

Degustamos casi todo el portfolio de 3SAPAS

Degustamos casi todos los vinos de 3SAPAS, un proyecto de los hermanos de origen suizo Arnaud y Florian Frésard. 3SAPAS significa tres suizos al pie de Los Andes, siendo el tercer suizo en cuestión Gibbs, el perro de los hermanos Frésard. 3SAPAS tiene la sustentabilidad como bandera y el compromiso de plantar un árbol en zonas amenazadas por la deforestación por cada botella vendida.  

Si bien el proyecto toma forma alrededor de 2020, se afianza entre 2021 y 2022 cuando se suma Fernando Sota como enólogo. La finca está en Tupungato, cuenta con 46 ha de suelo arenoso, de perfil alcalino y asentado sobre piedras que aseguran un buen drenaje. 34 ha están plantadas con vides de una gran variedad de cepas tintas y blancas.

La degustación estuvo guiada por Arnaud y por Fernando, quien contó que la cosecha de las variedades tintas se lleva a cabo cuando la fruta alcanza el potencial de 13 a 14 grados de alcohol. Esto asegura vinos ligeros, fáciles de tomar, donde predominan los aromas frutales y florales. En el caso de los vinos blacos se busca una acidez marcada que resalte la fruta. El paso por madera de los vinos tintos oscila entre 6 y 12 meses, pero usando barricas usadas, barricas de 500 L o bien añejando solo un porcentaje del vino para que los aromas varietales no queden opacados.   

En la actualidad, producen nueve etiquetas, de las que degustamos ocho. Te contamos lo que nos parecieron los vinos.

Empezamos con los dos blancos. Arrancamos con el viognier 2023, fermentado y criado en tanques de acero, donde el vino permanece en contacto con lías hasta el filtrado antes de embotellar. Presenta una nariz que recuerda a fruta blanca como pera y algo de durazno que desaparece rápidamente. En boca muestra una acidez marcada y sensaciones de rugosidad y untuosidad aportadas por el contacto con lías. Los meses de madera se complementan muy bien, redondeando un vino muy rico. Seguimos con el sauvignon blanc 2023. En este caso, la fermentación se da en piletas de concreto de 3000 L y se mantiene el contacto del vino con las lías durante unos meses. De nariz increible, donde predominan claramente las notas cítricas que recuerdan al pomelo y que dan lugar a notas vegetales que recuerdan a las arvejas, pero más moderadas. De acidez muy marcada en boca, da un buen final. Muy rico vino, uno de los puntos altos de la degus. 

Pasamos a las dos etiquetas de la línea Crianza. Un malbec 2022 que tiene la particularidad de que la cosecha de la fruta se extiende por dos semanas, tratando de capturar lo mejor de cada parcela. La fermentación y la crianza se dan en piletas de concreto y una parte del vino listo pasa a barricas de roble francés de diferentes usos por seis meses. En nariz muestra un perfil claramente frutal, donde predomina la fruta negra que recuerda a ciruelas y guindas. En boca es franco, con buena acidez, taninos moderados y final medio. El cabernet sauvignon 2022 tiene una vinificación similar al MB y tiene una nariz muy interesante, donde aromas frutales (fruta negra) se combinan con notas especiadas bastante marcadas. En boca se aprecian los taninos, bien presentes pero sin molestar, de acidez media y final medio. Dos vinos con una relación precio a calidad excelente.

Seguimos con las dos etiquetas que conforman la línea Reserva. El malbec 2022 combina uvas de Tupungato y de Alto Agrelo, cosechando en la misma fecha en ambos lugares. La fermentación y crianza se lleva a cabo en tanques de acero y una parte del vino pasa a barricas de roble francés de distintos usos por ocho meses. De nariz muy agradable, con notas que recuerdan la fruta roja (como la frutilla) bien marcada. De acidez media- en boca, taninos presentes y final medio+. Para el cabernet sauvignon 2022 la uva proviene de Alto Agrelo, de parcelas diferentes que se cosechan con diferente grados de madurez para jugar con la complejidad y el equilibrio. La vinificación es similar al MB, excepto por la crianza de un porcentaje del vino que se da en roble americano. Se aprecian notas que recuerdan la fruta negra en nariz, y algo de especias en una segunda nariz, que combinan muy bien con la fruta. De acidez media+ e interesante en boca, muestra taninos marcados y bien amalgamados que redondean un final medio+, muy agradable. Dos vinos con un salto de calidad interesante sin afectar demasiado el precio.

Para ir terminando, probamos las dos etiquetas que conforman el tope de gama del proyecto. El malbec Gran Reserva 2021, elaborado  con uvas de la finca, con racimos enteros que van a piletas de concreto y durante dos semanas se hace bâtonnage para mejorar la extracción de compuestos del material sólido en contacto con el líquido. La crianza se hace exlusivamente en barricas de 500 L por doce meses. En nariz aparecen notas que recuerdan a frutas roja y negra con toques especiados muy sutiles que terminan de redondear una complejidad muy interesante. En boca aparece una acidez marcada que le da un perfil de vino refrescante a pesar de ser un gran reserva, los taninos están presentes en forma moderada, bien combinados, y el final es medio+. Terminamos con el Rey del Aire, Blend Ícono 2022, elaborado a partir de malbec, merlot y chenin blanc de Alto Agrelo, que crecen en diferentes tipos de suelo y son cosechadas el mismo día para cofermentarlas. El 75% del vino listo pasa a crianza en tanques de acero y piletas de concreto y el 25% restante va a barricas de roble del Cáucaso. Presenta una nariz tan compleja como agradable, con aromas donde destacan notas florales y especiadas que recuerda al mentol, junto a aromas a fruta blanca y roja. Es franco y muy amable en boca, de acidez media+ y taninos muy marcados que se amalgaman muy bien, de final prolongado que invita a tomarlo. Un blend riquísimo.


Nos encontramos con vinos frescos, muy bebibles, donde se respetan la características varietales tratando de reforzar el terroir más allá de las denominaciones de crianza, reserva o gran reserva. De los vinos más ricos que probé en los últimos meses.